30 sept 2016

Yo, robots contribuyente.

Homo sapiens es ciborg por naturaleza. Quizá sea esta una de las principales diferencias respecto al resto de formas de vida existentes en el planeta Y es que la evolución de los seres humanos está ligada al uso de distintas tecnologías y herramientas. Somos ciborgs  desde nuestros orígenes, hasta en las más idílicas cosmogonías. En la actualidad, la investigación en inteligencia artificial está construyendo escenarios totalmente robotizados, lo que ha generado  esperanzas y desasosiegos, voces de optimismo y rechazos profundamente ludistas.

Aunque la investigación y el desarrollo de estas tecnologías recae principalmente en sociedades privadas, los gobiernos no han permanecido ajenos al fenómeno, y la  Unión Europea, a través de un borrado hecho público por  su Comisión, pretende que algunos de estos ingenios tecnológicos, al menos los más sofisticados,  sean considerados personas electrónicas y que coticen a la seguridad social. El tema puede ofrecer cierta controversia, pues, aunque las administraciones  argumenten que la implantación de sistemas robotizados crearán desempleo, los fabricantes de estos ingenios podrían  llegar a plantear que sea la propia seguridad social la que ofrezca "asistencia sanitaria electrónica" a estos personajes. Un debate apasionante, sin lugar a dudas.
alfonsovazquez.com 
ciberantropólogo

24 sept 2016

Cazando en realidad aumentada

La realidad virtual se quedó atrás. O tal vez, sí se quiere, ha dado paso a un nivel superior: la realidad aumentada. Y este verano  la hemos vivido en nuestras calles. Y también en los índices bursátiles de todo el mundo. Cuando Nintendo lanzó la aplicación para cazar pokemons, tal vez no calibró o no pudó prever en ningún caso, el éxito de su criatura. Hemos visto a diario por los emplazamientos más inverosímiles una legión zombis cibernéticos, con su cabeza orientada hacía la pantalla de sus dispositivos móviles, dispuestos  a cazar pokemons virtualmente geolocalizados. Tal vez nos encontremos ante una nueva dimensión del entretenimiento que viene a concentrar elementos ya trabajados en el mundo del videojuego por separado.  Y la unión de todas estas facetas (geolocalización, multijugadores en red, participación remota, creación de escenarios por el usuario...) ha generado una nueva forma de juego que, a buen seguro, va a revolucionar las nuevas formas del ocio digital.
alfonsovazquez.com 
ciberantropólogo


17 sept 2016

Internet y Millenials ¿simbiosis, comensalismo o parasitismo?

Quienes han crecido con la red han sabido ver nuevas formas de mercado y nuevas vías de empleo en el mundo digital. Las generaciones Y (Millenials) y Z, o nativos digitales según el ideario prenskyano, han construido su semántica lógico-cultural rodeados de aparatos tecnológicos y conexión permanente a recursos digitales. Sin embargo, al contrario que George Siemens al afirmar que la tecnología es la ideología, desde aquí queremos apuntalar la crítica al  pensamiento de Prensky, pues disponer de una tecnología no quiere decir que todos los coetáneos se vean involucrados en su desarrollo de la misma. Fomentar el desarrollo crítico y reivindicativo de la persona es un requisito por encima de cualquier premisa tecnológica. Internet, paradójicamente,  no es un producto creado por Millenials. Los mercados no miran la fecha de nacimiento de los inversores y el poder económico no suele recaer en los más jóvenes. En cuanto a las fases de mercadeo, complejos equipos multidisciplinares se ocuparán de vender el producto, sea cual sea. Así, además de una dimensión  tecnológica apasionante y otra sociológica no menos fascinante, Internet es un producto de consumo que genera un lucro desmedido a las empresas que posibilitan su desarrollo y que a fin de cuentas, las podemos contar con los dedos de una mano. Así, parte de los triunfadores de la generación red, no todos, no dejan de ser productos de consumo creados en el espacios residuales del sistema, meros objetos más de este espacio mercantilizado como  podría haber remarcado Baudrillard al concebir que el ser humano es un elemento más al servicio del complejo sistema de consumo.

Essena O’Neill es un caso que ilustra la decepción cuando el éxito efímero que proporciona la red desparece. Este extremo sucede bien porque los consumidores eligen otro objeto de culto o bien, como ocurre con Essena, porque sencillamente la motivación  de la estrella digital de esfuma. A sus 18 años, ganaba miles de dólares como modelo en Instagram. El sueños de cualquier usuario de la red: hacer de su pasión una profesión, y muy bien remunerada. Sin embargo, de repente, la joven australiana borró 2000 fotos de su cuenta y cambió el estado de la misma a un desconsolado “Las redes sociales no son la vida real". Como explicación, anotó que "Sin darme cuenta, he pasado la mayor parte de mi adolescencia siendo adicta a las redes sociales, a la aprobación social, al estatus social y a mi apariencia física [...] Las redes sociales, especialmente del modo en que las he usado yo, no son reales. Es un sistema basado en la aprobación social, los me gusta, la validación con visitas, el éxito con los seguidores. Está perfectamente orquestado, un juicio ensimismado.”

La recompensa de la joven modelo no era nada desdeñables, 400 dólares por una foto cuando su cuenta tenía 150.000 seguidores, 2.000 cuando alcanzó el medio millón. A pesar de ello, perdió el interés en lo que había venido haciendo en lo últimos tiempos. Sin duda un caso extremo, poco habitual, pues lo normal es que  las estrellas del silicio desaparezcan  por olvido de sus audiencias, que es lo que hace que un perfil sea cotizado.

alfonsovazquez.com 
ciberantropólogo

11 sept 2016

La guerra digital: ISIS vs Occidente (II)

Cuando a principio de los 80 Hollywood llevó a la gran pantalla Juegos de Guerra,  la cultura mainstream nos hizo  imaginar complicadas tecnologías al alcance de unos pocos, capaces de destruir el planeta.  Sin embargo, tres décadas después, la guerra digital ha alcanzado otras connotaciones muy diferentes y no imaginamos que nuestro final venga marcado por la explosión de un misil nuclear lanzado desde el espacio por potencias enemigas. Más bien, podemos imaginar un apocalipsis servido en pequeñas etapas, sembrando muerte  y destrucción con técnicas más mundanas y tecnologías muy básicas, tal como estamos viendo en los últimos años en los enfrentamientos entre un intangible ISIS y su enemigo imaginario. A fin de cuenta, no dejan de ser entes complejos, ambiguos, difíciles de explicar y definir: occidente, los infieles, los cruzados el estado islámico... son términos que la propaganda belicista utiliza para captar la atención de "guerreros santos". Por otra parte, los gobiernos occidentales aprovechan la sensible situación para para generar una sensación de miedo permanente, sometiendo a sus ciudadanos a una situación de alerta permanente y de desconfianza, lo que lleva a éstos a aceptar  ceder parte de su intimidad en nombre de la seguridad.

La redes sociales juegan un papel en la nueva yihad 2.0. a través de Twitter o Facebook. Los islamistas encapuchados desarrollan y divulgan su maquinaria  bélica y sus "hazañas" a través de estas nuevas herramientas que, por una parte rechazan por ser tecnología de occidente, pero que por otra ansían por ser ellos mismo elementos de este desarrollo comunicativo global. Así, en una contradictoria relación de amor-odio, anclados en una moral medieval, recurren a tecnologías de comunicación del siglo XXI donde exhiben sus fechorías y captan nuevos adeptos entre incautos e incautas que abandonan su vida mundana para alcanzar la "vida eterna" inmolándose al grito de Al·lahu-àkbar.
 alfonsovazquez.com 
ciberantropólogo

7 sept 2016

La guerra simbólica: ISIS vs Occidente

 
En los últimos días, algunas administraciones locales francesas se han tomado la justicia por su mano y han prohibido el uso del burkini en sus playas.  El Consejo de Estado Francés  se ha pronunciado rápidamente en contra. Y el tema no deja de ser complicado ¿se puede prohibir un símbolo religioso en país democrático? ¿Se debe permitir la ostentación de símbolos que en occidente pueden ser considerados denigrantes para la mujer pero que en la cultura originaria de las usuarias es moneda corriente? Sin duda, cuando hacemos referencia a lo simbólico, la diatriba puede adquirir una dimensión tal que la solución de la misma se aleje con cada argumento expuesto en uno sentido. Y fue un sociólogo francés, Pierre Bourdieu, quien describió esta violencia simbólica

 La guerra simbólica es una dimensión más de esta nueva forma de terror contante a la que nos vemos sometidos. Francia (liberté, égalité et fraternité) está en el punto de mira de una legión de tarados precisamente por eso, por los tres ideales contemplados en su divisa nacional. Y si el ISIS ha declarado la guerra a Francia (también a España, Italia EE.UU o Rusia, en uno de los últimos vídeos difundidos), Francia ha hecho lo mismo con el ISIS. Pero es una guerra intangible ¿Qué o quiénes son el ISIS? ¿La panda de barbudos malolientes que decapita y viola semejantes o los que desde despachos dirigen el juego exonerados de toda culpa por su corbata o por un turbante de seda? Ante la intangibilidad de esta nueva forma de guerra, la acción más palpable es la violencia simbólica. 

Si París se ve obligada a blindar sus símbolos de libertad (Marianne en la Place de la République o la Torre Eiffel) ante la amenaza yihaidista, de manera paralela el estado galo atacará una simbología que, de una u otra manera, su enemigo hace suya e impone en sus feudos. Por otra parte, no olvidemos que es un estado oficialmente laico cuyos orígenes, hace algo más de dos siglos, se basan ante la lucha contra el antiguo régimen, una estructura social desigual y polarizada, amparada por la iglesia católica. Es decir, no es de extrañar que un estado aconfesional luche con los símbolos religiosos foráneos en su espacio de influencia territorial cuando, precisamente, su aparición se debe a la lucha contra una religión opresiva -la católica, en aquel entonces- y que ese hecho marca el inicio del estado moderno.

 alfonsovazquez.com 
ciberantropólogo

4 sept 2016

Brave New World o el nuevo orden mundial



Últimamente está de moda acusar a EE.UU. o la U.E. de lo mal que funciona el mundo, de su insensibilidad ante los problemas en oriente medio o de su hipocresía. Sin aceptamos estas premisas estamos obviando que en el nuevo orden mundial las cosas están cambiando y que el peso tradicional de occidente está basculando hacia otros ejes geopolíticos. EE.UU y la EE.UU suman apenas el 10 % de la población mundial y su poder comercial o militar poco puede hacer frente a los nuevos tipos de guerra o frente a otras alianzas supranacionales como la Organización de Cooperación de Shanghái, con cuatro países que aúnan casi la mitad de la población mundial. La problemática de inicios del siglo XXI es compleja. Nos quedan por ver grandes cambios en los próximos años. Y habrá que buscar otros culpables. Sin duda, la aparición de nuevas alianzas estratégicas y la reactualización de viejos intereses y diatribas, amparados por una tecnología global homogeneizadora nos presentará un  espectáculo sin precedentes del que seremos espectadores privilegiados. Aunque el privilegio puede ser efímero. Sobre todo acostumbrados como estamos a vivir en el lado dulce del planeta y adormecidos por la opulencia de  nuestro irresponsable e insolidario consumo.

Organización de Cooperación de Shanghái
8 Estados miembros:  República Popular China China, Kazajistán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán, Uzbekistán, India, Pakistán

China 1357 millones de habitantes
India: 1252 millones de habitantes
Rusia: 144 millones de habitantes
Pakistán 200 millones de habitante

4 Estados Observadores: Afganistán, Bielorrusia, Mongolia,Irán

Socios de diálogo: Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka, Turquía,

Otros interesados: Bangladés, Siria
 alfonsovazquez.com 
ciberantropólogo

1 sept 2016

Las TIC en educación

Estamos a puertas de un nuevo curso escolar y como cada septiembre se retomará la agenda de nuevas y buenas intenciones. Para aquellos que aún no han comulgado con la educación 2.0, es un buen momento para redimirse y buscar una aproximación a las múltiples tecnologías con las que podrían hacer de sus clases un espacio más acorde con los tiempos que estamos viviendo.

Bien aplicadas, las TIC pueden aportar una nueva dimensión y una serie de recursos que rentabilizarán el esfuerzo de docentes y discentes. Luego, la tecnología también dota al mercado de gadgets que podrían facilitar de manera aditiva aspectos que hace unos años eran considerados prioritarios pero sobre los que no existe consenso en la actualidad, como podría ser la memoria. La diatriba "memorizar sí-memorizar no" establece una perversa relación entre alumno-profesor y entre profesor-profesor, pero mientras que se resuelve, hay quien toma la justicia por la mano y se dota de memoria ortopédica, como si un aprendiz de ciborg se tratara. Así, con relojes inteligentes o minúsculos auriculares, parte del alumnado busca a través de fuentes tecnológicas lo contenidos  que no memorizó por medios convencionales. Independientemente de los criterios de evaluación utilizados, no podemos negar que nos encontramos en un tiempo en los que la memoria es fácilmente subsanable y en la que el alumnado quizá valore una práctica docente diferente. La educación debe evolucionar y hacer ejercicio de autorreflexión para comprender en qué momento se halla y darse cuenta de que los procesos, lo contenidos y las herramientas de evaluación deben ir acorde con los nuevos tiempos.
 alfonsovazquez.com 
  ciberantropólogo

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