30 may 2013

Así domesticamos el mundo: la sedentarización

(Cuarta colaboración para la sección Así domesticamos el mundo, dentro del programa "Cosas que pasan" de Canal Extremadura Radio)

El ser humano ha sido nómada por naturaleza. Desde sus inciertos orígenes, aquellos tiempos de tránsito entre homínidos y primates, hasta hace aproximadamente 10.000 años, las poblaciones se desplazaban en busca de alimentos. Sin embargo, en torno a 9.000-10.000 años a.C el hombre comienza a limitar sus desplazamientos ¿a causa de qué?

Homo sapiens, como cualquier otro animal, responde a una serie de estímulos básicos que, a la postre, van a ser la garantía de la perpetuidad de la especie: comida/bebida, querid@ y guarida. Para abastecerse de ellas nuestros ancestros, seres sin una especialización concreta, se fueron desplazando y colonizando todas las latitudes del planeta. Precisamente a causa de esa falta de especialización para una habilidad o un espacio concreto fue lo que nos ha llevado a un desarrollo como el que conocemos hoy en día. Y también esa falta, que a priori podría ser un hándicap, nos llevó a ser seres sociales, en los que la fuerza del grupo es muy superior a la fuerza de cada uno de los elementos por separado. Por ello, nómadas o sedentarios, somos animales sociales. No somos nada sin el grupo, lo somos todo con él.

Tras una larga diáspora de millones de años, en torno al 9.500 a.C. en la zona de oriente próximo algunos grupos humanos comienzan a establecerse en poblados más o menos permanentes, reduciendo paulatinamente su nomadismo. Ello se debe fundamentalmente al descubrimiento de la agricultura y, asociada a ella pero algo posterior, la ganadería. De manera azarosa descubrimos que a través de las semillas de las plantas podíamos tener la producción deseada en un espacio determinado, sin ser necesario desplazarse kilómetros para encontrar los granos y raíces con los que  alimentar al grupo. Con la perfección de las técnicas agrícolas se perfeccionan los cultivos, pues se prioriza la producción de las especies más rentables. Además, en vez  localizar un producto a una zona y otro en un espacio lejano, ahora los géneros vegetales necesarios estarán disponibles en la misma zona productiva. Como ya no es necesario desplazarse en busca de alimento, en torno a estos espacios de producción comienzan a aparecer los poblados. A medida que avanza el tiempo los refugios son más específicos y complejos. Así, cuando llega una cosecha buena, es necesario guardar el excedente y se crean los graneros. En torno a la gestión de la producción también surgen las castas o clases que lo van custodiar (jefes, iglesias y ejércitos), con lo que aparecen las construcciones civiles. Los excedentes servirán para comerciar, pero también suscitarán envidias en los poblados vecinos, con lo que además se crearán fortificaciones para protegerse y defenderse. Así, casi sin darnos cuenta, pasamos de un pequeño poblado junto a un remanso fluvial a una floreciente ciudad. Cuando en una zona convergen varias ciudades afines, se desarrollan alianzas que dan lugar a las civilizaciones. Este nuevo dimensionamiento hará que se construyan caminos, puentes, acueductos y un sinfín de obras comunes. Las primeras civilizaciones, llamadas civilizaciones prístinas, surgen en torno al agua: Egipto (Nilo), Mesopotamia (Tigris-Éufrates), India (Ganges), China (ríos Hoanho y Yangtse kiang -rio azul y rio amarillo) y Fenicios, todas ellas en Eurasia.

De manera paralela, un poco después en el tiempo, el hombre aprende a domesticar a los animales que le proporcionarán leche, huevos, carnes, pieles, fuerza motriz o simple compañía. Con el dominio de la agricultura y la ganadería arranca la primera ola civilizatoria (en la terminología de Alvin Toffler), que durará hasta las revoluciones del siglo XVIII. Con la primera ola, el ser humano deja de desplazarse continuamente para obtener sus recursos, que ya puede producir y controlar en su entorno próximo. A cambio, paga otro precio, como es la sumisión al poder establecido, el control social y los mecanismos de represión que se construyen en las florecientes ciudades.

Como colofón, indicar que las primeras plantas domesticadas fueron los cereales (cebada y trigo en Europa, arroz en oriente y maíz en América) y las legumbres, por su versatilidad y buena conservación. Los primeros animales domesticados fueron las cabras. Posteriormente perros y gatos, las ovejas, jabalís y, más recientemente, el caballo. Cuando un animal se estabula, genera un sistema de reproducción endogámico que va consiguiendo que su descendencia esté cada vez más lejos de sus antepasados salvajes. En definitiva, de aquí a la oveja Dolly solo hay un suspiro de tiempo. 

La sedentarización I (4 abril 2013)

La sedentarización II (2 mayo 2013)

La sedentarización III (30 mayo 2013)

alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

28 may 2013

Guerra Santa o Alianza de Civilizaciones

La semana pasada un soldado murió en Londres y otro fue atacado en el barrio financiero de Paris, la Defense. En ambos ataques había una conexión, los agresores eran subsaharianos. El 7 de mayo, un policía francés también fue apuñalado al grito de “Alá, Alá”. A pesar de estar en pleno siglo XXI y haber llegado a la luna, en otros aspectos nos seguimos manteniendo en el medievo. Occidente y Oriente siguen conservando una serie de diferencias fundamentales que llevan  a un enfrentamiento conceptual más o menos violento, que desemboca en conflictos armados con relativa frecuencia. Pero no podemos conformarnos con la visión simplista de que el otro es el malo y nosotros los buenos. Cuando Barack Obama juró su cargo, lo hizo sobre una biblia, en vez de hacerlo sobre la constitución de su país ¿Dónde está el límite entre el fanatismo y la fe? ¿Estamos ante una guerra de religiones-civilizaciones? ¿Conseguiremos, en un mundo globalizado, alcanzar una convivencia pacífica entre iguales?
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo


26 may 2013

Microsoft y Nokia ¿crónica del quiero y no puedo?


La desarrolladora de software Microsoft y los fabricantes de teléfonos Nokia son dos empresas punteras  que gozan de gran reputación. Sin embargo, en los últimos tiempos han ido perdiendo cuotas de mercado y han visto mermada su hegemonía. Windows, aunque siga siendo  el más extendido y su salud no corra peligro,  ya no es el sistema operativo único, y el software libre cada vez entra en más hogares. Además, con la aparición de nuevos terminales como son las tablets o los smartphones, se han impuesto Android, un sistema no propietario que ha permitido que estos dispositivos reduzcan sus precios y lleguen a más público.

Por parte de Nokia, la perdida de cuota de mercado se ha hecho más patente. La proliferación de constructores con modelos más económicos y versátiles han relegado a la compañía finlandesa en el ranking. Samsung, LG o Sony ofrecen móviles en el mismo segmento que Nokia. Además han aparecido otras empresas low-cost que ofrecen terminales más económicos. Todos ellos con un rasgo común: un sistema operativo común, Android. En el apartado exclusividad, Apple reina en solitario con su Iphone. Nokia se obsesionó en hacer la guerra por su cuenta y se chocó con un muro insalvable al intentar a toda costa que prevaleciera el sistema symbian. Inicialmente fue una alianza entre varias compañías para luchar contra Windows Mobile o Palm. Sin embargo, poco a poco los socios fueron descolgándose del proyecto para abrazar Android, pero los finlandeses intentaron mantenerlo.

Ahora, de nuevo diferenciándose de la tendencia mayoritaria, ofrece dispositivos con Windows Phone, la adaptación de Windows 8 para dispositivos móviles. Aunque el sistema de Microsoft sea más pesado, menos versátil y con menos aplicaciones que Android, el mayor riesgo lo corre Nokia, pues el principal mercado de Microsoft son los portátiles y sobremesa, pudiendo sobrevivir sin la hegemonía en los dispositivos móviles. Las preguntas a plantearse serían si ¿ha perdido Microsoft la batalla con Android? ¿Ha quedado Nokia fuera de juego debido a sus errores logísticos? ¿Es esta colaboración entre Nokia y Microsoft  un último intento de  dos gigantes por aferrarse a un mercado en el que ya no ocupan las posiciones de privilegio que ocupaban hace unos años? 
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

18 may 2013

Facebook o el vértigo bursátil

Hace hoy un año Facebook se estrenaba en bolsa comenzando a cotizar en el Nasdaq y lo comentábamos en el post titulado  Burbujas y pinchazos tecnológicos. Allí afirmábamos que "por otra parte vemos como la web 2.0, con todo lo intangible del concepto y del negocio, se sobredimensiona y comienza a inflar otra burbuja que hoy traerá risas, pero mañana traerá lágrimas". 

Este primer aniversario de salida a bolsa de la popular red social tal vez sea un buen momento para reflexionar al respecto de esa burbuja que anticipábamos hace hoy un año. La pregunta de partida sería ¿cuál es el valor adecuado de la compañía? Cada acción de la misma se pagó se pagó en el momento de salida a 38 dólares. Minutos después, algunos inversores llegaron a pagar 45 dólares. Tres meses más tarde cayó a 17 dólares, el mínimo en este primer año. En la actualidad se mantiene en torno a los 25 dólares. 

Las inversiones en bolsa son pura especulación y un indudable tráfico de influencias. Empresas más tangibles, como Bankia en España, son capaces de llegar al borde de la ruina, recuperarse tras un cataclismo político y un inmoral rescate de la UE para multiplicar su valor bursátil por siete pocos meses después. Pero ¿qué ofrece Facebook? ¿Cómo se calcula su valor? ¿Realmente se manteniente de publicidad o los usuarios venden su privacidad a cambio de un acceso gratuito a la red social?
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo 

10 may 2013

Olvido y memoria digital

Al reescribir la historia, siempre surgen dudas e interpretaciones. Hay datos que se obvian, documentos que se trasconejan y las conversaciones no quedan registradas fehacientemente. Las palabras se las lleva el viento en el día a día y, a fortiori, con el paso del tiempo. Sin embargo los registros digitales quedan expuestos al dominio público por siempre – si es que se puede hablar de eternidad en una tecnología que lleva menos de dos décadas en nuestros hogares-.
El rastro de nuestras acciones en la red queda grabado y está disponible para quien sepa localizarlo. Nuestro currículo, nuestros hobbies, las fotos de nuestras vacaciones, nuestras opiniones en un blog… Todo está accesible para quien sepa buscarlo. En Facebook no basta con eliminar la cuenta para que desaparezcan nuestras aportaciones, habría que ir haciéndolo manualmente. Tarea harto difícil para un usuario, incluso poco activo, que haya hecho una aportación cada dos o tres días a lo largo de un año o dos.
A nuestras aportaciones habría que sumar las interacciones en las que somos citados por terceras personas. Pero también hay tener en cuenta aquellas que nos preceden y contra las que no podemos luchar: las multas que aparecen en los boletines oficiales, las cámaras IP que hay en zonas públicas… Por ello, incluso sin tener cuentas en redes sociales, parte de nuestra está expuesta en la red. Poco se puede hacer contra ello, excepto aceptarlo y comprender que estamos en una sociedad que depende de la tecnología digital y que explota sus posibilidades.   

alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

1 may 2013

El mito de la privatización

Desde hace un tiempo se viene haciendo proselitismo en espacios políticos en favor de la privatización, postura que viene a demonizar la función pública en favor de la gestión privada. Alentados por sus líderes, no son pocos los que   han aceptado a pies juntillas esta postura. Sin embargo, comenzaremos montando un contrargumento contra esta hipótesis: si la gestión pública no es eficiente y hay que privatizarla ¿es culpa de los trabajadores o de los gestores que no capaces de sacar provecho a sus recursos? ¿No es paradójico que sea la propia administración la que echa tierra encima de sus trabajadores para beneficiar a empresarios que se ocupan de los servicios privatizados? ¿Habría que reducir trabajadores de base o puestos de control, normalmente ocupados por personal de confianza y por hombres o mujeres?

Por otra parte, cabe destacar la privatización de grandes servicios públicos, creados con fuertes inversiones a cargo de las arcas del estado y que fueron puestos en manos privadas cuando estaban en pleno rendimiento. Si tuviéramos que elegir una compañía, los primeros nombres que nos vendrían a la cabeza podrían ser Telefónica o Iberia. Inicialmente empresas públicas y rentables, que fueron “vendidas” al mejor postor. Sin embargo, cuando una empresa privada que anteriormente fue pública va mal, el gobierno puede acudir en su ayuda con dinero público, como ha pasado recientemente con Bankia ¿Repartía Bankia sus beneficios con el gobiernos o con sus accionistas? Pues entonces ¿por qué en este caso no asumían pérdidas los mismos que se beneficiaban de las ganancias?

Además de la privatización de empresas podemos hablar de privatización de servicios.  El objetivo principal es el ahorro por parte de la administración correspondiente en la ejecución de un servicio respecto a cuando era la propia administración la que lo llevaba a cabo. Aquí nos podemos plantear dos ejes de reflexión: el primero es que si una empresa privada lo puede hacer mejor y más barato, es que los recursos públicos estaban más gestionados, con lo que los responsables no eran los trabajadores  de base, sino los directivos, normalmente cargos políticos ¿Por qué no se buscan personas capacitadas para los puestos de gestión en lugar de tener que externalizar el servicio. El segundo  punto de reflexión es el plano económico que en última instancia afecta al trabajador. Si un empleado de la empresa concesionaria hace el mismo trabajo que hacía el empleado público y lo hace por menos dinero (menos dinero porque el presupuesto es menor, y porque de ese presupuesto servirá para pagar trabajadores, pero la empresa se queda una parte como beneficio empresarial), ¿no existirá discriminación, auspiciada por la administración, sobre el empleado de la empresa concesionaria respecto de la pública? 


Para terminar, podríamos plantear una última hipótesis. Si la administración pública no es capaz de realizar un servicio, y tiene que subcontratarlo a una empresa privada ¿no sería el momento de eliminar los cargos políticos que supuestamente  deberían haber velado por la correcta ejecución de ese servicio?
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

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