25 ene 2014

Y sin embargo, se mueve


La iglesia católica goza de un poder anacrónico en los países mediterráneos. Durante siglos, científicos e intelectuales fueron condenados si osaban a poner en tela de juicio los dogmas de fe o la palabra de la curia vaticana. Y es que, como afirmaba Unamuno, para validar un milagro, sólo era necesario un testimonio, pero para validar cualquier otro hecho había que demostrarlo fehacientemente. Y no hay que remontarse a la Edad Media ni a la inquisición. Hasta 1966 estuvo vigente el Index librorum prohibitorum, o índice de libros prohibidos, mediante el cual autores como Henri Bergson, André Gide o Jean-Paul Sartre eran vetados por el Vaticano mientras que en 2013 se atreven a apoyar textos como cásate y sé sumisa . En pleno siglo XXI la iglesia aún se cree en posición de imponer su ideología. Llevando a escena el aforismo popular de a dios rogando y con el mazo dando, toda la jerarquía eclesial se atreve a hacer declaraciones que no hacen más que dejarlos en evidencia.

Fernando Sebastián, arzobispo de Navarra y Tudela y ahora nombrado cardenal por el papa, se ha quedado tan ancho tras declarar que la homosexualidad es una deficiencia, invitando a los homosexuales a recuperarse y normalizarse con un tratamiento adecuado. Contrasta esta obsesión de la iglesia por meterse en la vida privada de los ciudadanos con su empecinamiento por mirar para otro lado en otros temas más escabrosos que emergen de su propio seno. 
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

23 ene 2014

La revolución no será televisada

Cuando las crisis se recrudecen, las revoluciones afloran por uno u otro motivo. Paralelamente, los dirigentes políticos siempre afirman que estamos a punto de salir de la crisis cuando las revoluciones se recrudecen. Nos encontramos ante una tautología sociológica de vital importancia. Y es aproximadamente lo que está pasando en estos días tras numerosas manifestaciones y encontronazos entre desencantados sociales y decisiones políticas, los primeros reencarnados en ciudadanos puestos al límite y la segunda en las fuerzas de seguridad, que por esta vez abandonan su papel de proteger al ciudadano y se dedican a machacarlo.
La última revolución que hemos vivido ha sido la del Barrio burgalés del Gamonal. Aquí los ciudadanos se organizaron y se opusieron a una decisión Consistorial.

La protesta se hizo cada vez más sólida y los enfrentamientos entre ciudadanía y policía volvieron a formar parte de la escena cotidiana. Inicialmente los medios de comunicación al servicio del poder intentaron arrojar una imagen de vulgar vandalismo callejero. Sin embargo, con el paso del tiempo y la persistencia de los manifestantes esta imagen fue difuminandose y ahora en vez de villanos se convirtieron casi en héroes. Héroes anónimos de lo cotidiano que enseguida captaron la simpatía del resto de conciudadanos. 

Algunos canales de información alternativos se ocuparon de esta causa. Es cierto que había potenciales lectores, y las ventas son las  ventas. Sea como fuere se comenzó a apoyar mediáticamente la revuelta. Por primera vez en mucho tiempo los manifestantes contaron con el apoyo de algunos medios de comunicación. Se tornaron los papeles y ahora ya no eran tan malvados. Ahora se les dibujaba como ciudadanos comprometidos luchando por una causa justa. 

La administración se echó atrás rápidamente. Nos encontramos ante el triunfo de la imagen por encima de todo. De la imagen inicial de bandoleros, los demonizados manifestantes pasaron a ser mostrados como ciudadanos con unas inquietudes y unos objetivos que defender. Gracias a ese cambio de imagen,  posible gracias al apoyo de la prensa, cambió el rumbo de la película. 

Además del poder de la imagen y de la relatividad de la razón, merece la pena preguntarnos si es posible un cambio social sin una revolución. En la historia hemos visto que no ha sido así. Para cambiar diez siglos de medievo hizo falta una revolución burguesa e industrial que concienciará en poco tiempo lo que mil años de historia no consiguieron. Tras esas primeras revoluciones de finales del siglo XVIII, el rumbo del mundo occidental dio un giro radical. Más recientemente, las revoluciones de Libia, Túnez o Egipto provocaron un efecto similar en algunos estados árabes  en lo que se denominó la primavera árabe. De igual manera, ante la pérdida de derechos y de los recortes sociales que están padeciendo sobre todo los estados europeos mediterráneos, la conciencia ciudadana ha comenzado a movilizarse y generar movimientos como la generación a rasca en Portugal o el movimiento 15M en España. 

Sin duda, sin protesta el cambio no tener efecto. El desencanto social es el que moviliza a las masas y la revolución de las masas es la única que podrá derrocar las estructuras de poder arcaizadas. Es difícil de prever si el cambio tardará más o menos tiempo en llegar. Igualmente es complicado saber si lo que vendrá será mejor que lo que desechamos. Lo que está claro es que la revolución no será televisada, pero que está a punto de llegar.

alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

20 ene 2014

Gobernar para las élites: Distribución desigual de la riqueza


Oxfam Intermón pública hoy el informe Gobernar para las élites. Secuestro democrático ydesigualdad económica. En él se arrojan una serie de datos demoledores: 85 individuos acumulan tanta riqueza como los 3.570 millones de persona más pobres del planeta. Es decir, que menos de un centenar de personas acumula tanto capital como la mitad mundial de la población. Otra desigualdad brutal se produce a la hora de analizar la salida de la crisis, cuando se afirma que en EE.UU. el 95% el crecimiento económico se concentra el el 1% de la población.

Que el 1% de la población mundial acumule la mitad de la riqueza no deja de ser un hecho preocupante, un hecho que además pone en tela de juicio las teorías del clérigo Malthus. Porque sobre la mesa se puede presentar un contrargumento que dice muy poco acerca de la condición humana:el principal problema no es ni la falta de recursos ni la escasez de alimentos. El problema es un orden económico falaz y egoísta que privilegia el ego de unos poco frente a la miseria de la mayoría. Somos victimas de un orden socio-económico, que no deja de ser una creación cultural arbitraria, que privilegia a unos pocos a costa del resto. Y para ello se dota de subsistemas políticos, militares y religiosos que justifiquen, o traten de legitimar, sus carencias.


alfonsovazquez.com
ciberantropólogo


16 ene 2014

Así domesticamos el mundo: calendario

13ª colaboración en la sección Así domesticamos el mundo del programa Cosas que pasan de canal Extremadura Radio. Hoy hablamos de los calendarios

La necesidad de medir el tiempo y registrar los eventos ha fascinado a los seres humanos desde hace milenios. Hay sociedades lineales, con una historia acumulativa que conmemora épocas y personajes épicos y otras cíclicas, cuyos eventos se repiten y no tienen fechas fijas del pasado para rememorar. Los registros arqueológicos arrojan restos de un calendario de 10.000 años de antigüedad en Irlanda. Milenios más tarde, en diferentes puntos de globo y en civilizaciones aparentemente sin una conexión posible, comienzan a aparecer sistemas de medición cronológica. Todos ellos se basan principalmente en ciclos solares o en ciclos lunares, debida a la importancia de ambos astros en la vida humana. Aunque la existencia de puntos clave en el recorrido de la Tierra alrededor del Sol, los solsticios y los equinoccios, es el hecho de que los calendarios solares predominen en la actualidad. 

Con los calendarios aprendimos a anticiparnos a las estaciones, cuándo sembrar, cuándo cosechar... las fechas, los puntos clave, fueron pasando de un sistema cultural al siguiente, que se limitaba a cambiar el nombre del evento. Los calendarios no nos han permitido dominar la naturaleza, pero sí conocerla. Sin embargo, el almanaque, ese constructo social, ha sido capaz de domesticarnos. En una sociedad globalizada y capitalista, el calendario no se limita a marcar la llegada de las estaciones o los tiempos de celebraciones. El calendario nos marca cuándo, cuánto y qué debemos comprobar. A la llamada de ya es primavera en el corte ingles, millones de compradores acuden de manera compulsiva a adquirir productos que no necesitan para impresionar a gente que no les importa (el club de la lucha). En navidad, hay que que comer comer pavo, langostinos y brindar con champagne. Aunque nos guste presumir de libertar, somos totalmente predecibles y manipulables

http://www.goear.com/listen/204462a/asi-domesticamos-mundo-calendario-alfonso-vazquez
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ciberantropólogo

11 ene 2014

Impresión 3D

La tecnología no deja de sorprendernos y los mercados tiemblan de gozo cuando una nueva invención llega al cliente masivo. Parece ser que el nuevo juguete informático es la impresora 3D. Por un precio que ronda los 500 €uros podemos encontrar ya modelos básicos. Partiendo de estos importes, podemos aventurarnos a pronosticar que 2014 será el año de este nuevo dispositivo doméstico.

Hasta la prensa está ya metida en el asunto animando a los potenciales compradores, alabando las potencialidades de estos equipos que, con modelos de gama alta, son capaces de reproducir piezas utilizadas en aeronáutica. Aunque los aparatos y consumibles destinados al cliente doméstico no podrán dar a sus dueños la satisfacción de imprimirse por partes un avión auténtico, seguro que  en breve comenzaremos a ver en directo los resultados de estos aparatos.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

8 ene 2014

¿Por qué el PISA pisa a España?

Cada vez que el polémico informe PISA ve la luz, prensa de uno y otro color se rasgan las vestiduras y aprovechan la coyuntura para desparramar veneno sobre el sistema escolar (sobre el público, normalmente) o sobre el partido no afín. Rara vez profundizan en razones, y su táctica está más próxima al aforismo "ofende, que algo queda". Hasta ahora parece que ningún grupo de opinión se ha planteado si debe ser la OCDE, una institución puramente de corte económico e industrial, la más indicada para llevar a cabo este tipo de estudios. Tampoco nadie se ha planteado la opción de que Spain is different es un factor de mucho peso. No está claro que seamos Europa pero sí es cierto que los Pirineos son una barrera mucho más infranqueable que el estrecho de Gibraltar. 

Para bien o para mal somos diferentes. Y si culturalmente no somos iguales, la escuela, que es un sub-sistema social, no va a ser la excepción. De hecho, sociólogos como Bourdieu ya denunciaron esta función reproductora del sistema educativo. Pero si nuestros escolares fallan, no todo se debe a la escuela. La escuela se ha convertido en un paño de lágrimas y los docentes españoles deben  cumplir funciones de enseñantes, padres, enfermeros, asistentes, amigos, psicólogos... La escuela ya no solo enseña, sino que educa en el sentido más amplio de la palabra. Pero junto a ella, existen una serie de elementos educadores subsidiarios, como la televisión, la publicidad y el propio entorno. La sociedad en sí que encultura al individuo y lo prepara con afán continuista. El cambio que pueda llegar a través de la escuela es lento, y a veces llega a lo largo de varias generaciones. Por ello, lo que se vive fuera del aula impregna más que lo que se aprende dentro. 

De poco vale intentar enseñar en el pasado glorioso del siglo de oro si en las librerías del siglo XXI arrasa el libro que en su portada lleva la foto de Belén Esteban. De poco vale que se enseñe música en las aulas si el disco más vendido es el de Kiko Rivera. De poco vale hablar de esfuerzo si los modelos de éxito que vomita la televisión son los canis de gran hermano y realitys al uso. De poco vale hablar de honestidad cuando la corrupción es el gran cáncer de la clase política y hasta el entorno del rey Juan Carlos está implicado hasta las trancas. Pero lo peor es que estos valores no solo se ven en personajes lejanos. De poco vale intentar inculcar educación vial cuando a la salida del cole legiones de padres irresponsables creando un caos circulatorio a diario. De poco vale intentar educar en civismo cuando de camino a casa ven decenas de ejemplo de lo que no se debería hacer. Y de poco vale esforzarse en educar a las nuevas generaciones cuando tanto desde casa como desde los propios medios de comunicación se trata de desprestigiar al cuerpo docente.

Quizá tengamos lo que nos merecemos. Quizá tenga razón el informe PISA.  Pero quizá sería más interesante y fructífero que esa evaluación se hiciera a los adultos, a la propia sociedad. Tal vez escucharíamos muchas conclusiones que no nos gustarían en absoluto. 
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo 

4 ene 2014

Aislados entre la multitud

Émile Durkheimn fue un sociólogo que a finales del siglo XIX estudió la solidaridad en las sociedades. En los grupos humanos se establece un sentimiento de unidad basado en metas o intereses comunes, generando unos lazos sociales que unen a los miembros. Este fenómeno no se da sólo en comunidades humanas, también se puede observar entre animales.

Para Durkheim se podía hablar de dos tipos básicos de solidaridad. Por una parte la solidaridad mecánica, característica de los países menos desarrollados, donde sus ciudadanos son menos solidarios puesto que las labores básicas son dominadas por todos, con lo cual no hay necesidad del otro. Por otra parte, en la sociedad orgánica, la fuerte especialización de cada individuo originaría una gran interdependencia, base de la cohesión y solidaridad grupal. Sin embargo, comenzamos el año con una noticia que confirma lo contrario: el hallazgo de una anciana que llevaba muerta dos años en su casa

En las sociedades modernas y postindustriales, se crea una tremenda bolsa de exclusión y aislamiento que afecta sobretodo a ancianos, aunque no de manera exclusiva. También se ven afectados otros sectores debidos a razones económicas o personales. Aunque resulte paradójico, en las multitudinarias sociedades occidentales es muy fácil permanecer aislado en la multitud.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

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