Los usuarios finales de telecomunicaciones sufren, además de tarifas abusivas, el acoso de las empresas de televentas. En España es casi imposible huir de las innumerables llamadas que nos tratan de vender productos físicos e intangibles en cualquier momento del día o de la noche. Los callcenters hispanófonos situados en Marruecos o Sudamérica arremeten en la intimidad de nuestros teléfonos para "ofrecernos" el producto que corresponda en campaña sin miramientos horarios. ¿Solución? O una app de blacklist o silenciar el terminal. Operadores como Movistar dan la opción de bloquear estos molestos número a razón de dos euros mes cada uno.
Lejos de esta condena al usuario que sufre España, sus vecinos del norte ponen medidas en servicio del ciudadano. Martine Pinville, secretaria de Estado para el comercio del gobierno francés, ha anunciado la creación de la lista Pacitel, donde los usuarios que no deseen ser molestados podrán inscribirse para librarse de molestas llamadas. Además, parece ser que la lista no quedará en un ejercicio vacío como ocurrió con la lista Robinson española: si un ciudadano se inscribe en este servicio gratuito y continúa recibiendo llamadas no deseadas un mes después de su inscripción, la compañía emisora se enfrentará a multas de hasta 75.000 euros. Sin duda, dos maneras muy diferentes de entender la protección al consumidor.
ciberantropólogo
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