1 may 2010

Formatos perecederos

Hace tiempo nos debatíamos si eran mejor las cintas de cassette o los discos de vinilo. De repente nos los quitaron del mercado. Vino el CD, y recompramos de nuevo los derechos para poder escuchar las canciones y pagamos un formato mucho más caro.

Porque si teníamos un disco X (por el que pagamos la propiedad intelectual y el soporte físico) después tuvimos que comprar el CD, y pagar de nuevo la misma propiedad intelectual y un nuevo soporte. Después resulta que el CD iba a morir prematuramente, y pretendían que por tercera vez pagáramos por un fichero digital, que no tenía ningún coste de producción, pero por el que se nos volvía a exigir un nuevo pago en concepto de autoría. Algo parecido hacían con los lanzamientos. Sacaban un disco con diez canciones, uno para el público americano con 12, uno para el mercado japones con 3 inéditas... aniquilando y fusilando de esta manera las esperanzas de los fans.

Con la imagen pasó igual que con el sonido: el vídeo2000 pasó sin pena ni gloria. El beta también murió prematuramente para dar paso al vhs que poco aportaba respecto a su predecesor. Para recuperar las videotecas hubo que recomprar todo en dvd, de nuevo más caro, pero con más calidad y funciones extras. Pero la industria vuelve a sacar un nuevo juguete, el BlueRay, y de nuevo hay que rascarse el bolsillo. Pero este tampoco va a ser el definitivo.


Moraleja: durante años distribuidoras se han hiperlucrado inmoralmente. Ahora la tecnología pone en nuestros hogares la revancha.


Moraleja 2: Cuando las industrias abusaban, el poder no decía nada, pero ahora que el usuario se defiende, es acusado de ladrón y se le persigue.


Moraleja 3: El conocimiento no es delito. No te sientas culpable por ver una película en internet o compartir un disco. No por ello eres un ladrón. Si alguien tiene una manzana y se la quitamos, se queda con cero manzanas, si alguien tiene una canción y la escuchamos, él sigue teniendo su canción.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya se dedicó una entrada en el blog referente a la cuestión de algunas editoriales; la retomaré al hio de la presente entrada.

En estos días en los que se presenta la feria del libro en Badajoz parece ser que tenemos un gran olvidado entre la oferta disponible. Los libros científicos y/o técnicos brillan por su ausencia. Además la representación de libreros y/o sectores afines es meramente representativa.

¿Son sólo libros las obras mediáticas de las que se vende todo?.

Alunas editoriales sacan al mercado auténtica basura a un precio desorbitado y si bien es cierto que uno puede decidir si comprarla o no ocurre como en el super y los productos perecederos envasados: la carne tiene un aspecto excepcional pero al llegara casa, abrir y darle la vuelta al filete ves que la cara b no presenta el mismo aspecto.

Respecto a las ediciones en muchas ocasiones consisten en darle la vuelta al índice para acabar diciendo lo mismo y la editorial lo vende como una enorme revisión y reorganización de conceptos.

Por último quisiera sugerir que todas las universidades públicas estuvieran obligadas a publicar bajo licencia Crative Commons.

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