Hace unas semanas salía este titular en prensa "China ya no compra basura extranjera y colapsa de plástico los vertederos de España". Pero el plástico-basura vuelve a Europa en forma de basura tecnológica, el mito del eterno retorno en versión postmoderna a través de gigantes de la distribución low-cost como Alibaba o GeekWish, que gracias a una logística inexplicable son capaces de poner sus productos a miles de kilómetros de distancia, muchas veces con un costo de un par de dólares. A veces, tras una foto de un producto que no tiene nada que ver con el que el cliente recibirá meses después de hacer su compra, llegará un paquete con un producto de usar y tirar. Los materiales no son más consistentes que los de un envase de margarina o una botella de refresco, y así el plástico vuelve de nuevo a su lugar de origen, reciclados en productos de baja calidad, baratijas que volverán a la basura incluso sin llegar a ser utilizados. Un espejismo de consumo que mantiene en marcha la rueda productiva y da vida a las empresas de logística mientras se alimenta la tendencia del consumo narcisista de occidente.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo