Mostrando entradas con la etiqueta desigualdad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta desigualdad. Mostrar todas las entradas

3 ago 2014

¿Tecnologías para homogeneizar o tecnologías para diferenciar?

 Los luddistas eran un colectivo de obreros que, capitaneados por un mítico y legendario Ned Ludd, se oponían al desarrollo que traía la floreciente revolución industrial. El ludismo representaba las protestas de los obreros contra las industrias por los despidos y los bajos salarios ocasionados por la introducción de las máquinas. Estas revueltas eran desorganizadas y los obreros atentaban contra las máquinas destruyéndolas. 

Con el paso del tiempo, se ha visto como la consolidación de la industrialización ha aportado mejoras en la calidad de vida de las sociedades occidentales, aunque no sirvió para disminuir las diferencias entre los estratos sociales, sino que incluso ha servido para acrecentarla, extremo este comprobable si comparan los salarios en los diferentes países con las fortunas de los ciudadanos más ricos del planeta. 

Sin embargo, el factor económico no es el único ni el más preocupante. En 1984, Georges Orwell nos presenta una sociedad donde la humanidad funciona de manera mecánica controlada por un súper dispositivo capaz de saber qué hace cada ciudadano en cada momento. El mundo del cine también plantea este tipo de distopías en sociedades  postapocalípticas. En In Time o Elysium corporaciones en manos de acaudalados ciudadanos dominan el planeta y al resto de la humanidad en una cruel y asimétrica relación al poseer una tecnología punta que se lo permite. En  Matrix son las propias máquinas las que dominan a los humanos convertidos en meras baterías.

¿Estamos lejos de llegar a estas situaciones? Sin duda la tecnificación facilita las tareas en cualquier campo. Sin embargo, esto no quiere decir que quienes tengan los medios técnicos compartan sus beneficios con el resto de sus congéneres. La historia de la humanidad, con altibajos, se ha caracterizado más por la discrepancia y la disputa que por la colaboración. Los avances técnicos tienen un mecenas que es quien permite al científico desarrollar su investigación. Pero los mecenas no exponen su capital de manera altruista. De hecho vemos como más de la mitad de la humanidad no tiene acceso a agua potable, alimentación o sanidad básica, incluso si estos servicios serían del todo viables con una conciencia planetaria global. Según  Intermon Oxfam casi la mitad de la riqueza mundial está en manos de sólo el 1% de la población y la mitad más pobre de la población mundial posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo. 

Las tecnologías no siempre son motor de cambio y desarrollo, sino que cada vez más van a ir generando sociedades altamente tecnificadas pero extremadamente polarizadas. No existe conciencia de especie, pero no solo entre ese 1% inmensamente rico. Pocos son los consumidores que se preguntan a costa de la salud o la vida de quién pueden adquirir ciertos bienes, como tecnología, joyas o energía. Tal vez no lleguemos a los extremos distópicos que hemos citado anteriormente, pero sí nos dirigimos hacía una humanidad dividida en la que, cada vez más, muchos trabajaran  para el bienestar de las élites.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

13 abr 2014

El descalabro del estado del bienestar

Cada vez que aparece el informe PISA, el sistema educativo se convierte en objeto de linchamiento mediático. Nadie se fija en otras irregularidades y endemismos presentes en la escuela española, como los conciertos o la religión. A fin de cuentas estos endemismos son la consecuencia del histórico retraso de España respecto a Europa. Llegamos tarde a la industrialización, llegamos tarde a la ilustración, llegamos tarde a la democracia y, evidentemente, en 30 años no se pueden recuperar siglos de lastre. Todos los estratos sociales son culpables, pues hasta el más paupérrimo campesinado luchó contra contra la libertad, rescatando y reponiendo en el trono a un miserable Fernando VII que en un arrebato de ingratitud, aplastó el espíritu constitucional  bajo los cascos de los cien mil hijos de San Luis e inició con años de retraso la construcción del ferrocarril con un ancho de vía diferente al europeo y que, a la postre, nos ha causado infinidad de problemas.

Esa  histórica batalla contra la cultura nos condena y subyuga en los resultados del más que discutible informe PISA. Sin embargo, puestos a indignarnos ante informes, y puesto que incultura y pobreza son dos caras de una misma moneda, también podríamos indignarnos ante los datos expuestos por el libro Qué hacemos contra la pobreza, una obra colectiva que denuncia que el aumento en la pobreza, la exclusión y la desigualdad en España está alcanzando niveles que no se conocían desde hace décadas, incluso varias generaciones.

España, Europa, Occidente, veían la pobreza extrema como algo lejano, algo que nunca afectaría a su territorio. A fin de cuentas, Europa era el sueño dorado de millones de Africanos que se juegan la vida en el estrecho en busca de una vida mejor, igual que Estados Unidos era la referencia para millones de hispanos. Esta asimetría social y humana nos hacía sentirnos superiores, creernos mejores. Sin embargo, el mismo injusto discurso que establecía una brecha insalvable entre los países del sur y los del norte comienza a instaurarse peligrosamente en las sociedades occidentales. Los métodos usados por los que tienen la sartén por el mango son los mismos ahora que antes: crear una deuda en los más débiles que nunca podrán superar, y que los mantendrá eternamente anclados en una diabólica espiral. Una espiral que cada vez necesita más masa para alimentarse, lo que la ha llevado a entrar en occidente por su punto más débil: los países del sur del "paraíso". El concepto de patria que ha llevado al poder a perpetuarse ya no vale: cada vez hay más pobres en el mundo y cada vez son más pobres, mientras que los ricos cada vez son ricos. Tanto la riqueza como la miseria se globalizan y a fin de cuentas, uno no es de donde nace, sino de donde pace. Es poco coherente que un desahuciado español siga culpando a "los que vienen de fuera", pues su desgracia ha sido  iniciada por su propio sistema, por la sociedad que lo enculturizó y lo hizo ciudadano. El subsahariano que vende pañuelos en el semáforo no es culpable de que cada vez haya más gente en la calle, sin casa y sin trabajo. Pero sin embargo está más concienciado con el problema que nosotros, pues comenzó a padecerlo mucho antes, por culpa del apetito insaciable de nuestros compatriotas.

[el diario]
[Qué hacemos]
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo

20 ene 2014

Gobernar para las élites: Distribución desigual de la riqueza


Oxfam Intermón pública hoy el informe Gobernar para las élites. Secuestro democrático ydesigualdad económica. En él se arrojan una serie de datos demoledores: 85 individuos acumulan tanta riqueza como los 3.570 millones de persona más pobres del planeta. Es decir, que menos de un centenar de personas acumula tanto capital como la mitad mundial de la población. Otra desigualdad brutal se produce a la hora de analizar la salida de la crisis, cuando se afirma que en EE.UU. el 95% el crecimiento económico se concentra el el 1% de la población.

Que el 1% de la población mundial acumule la mitad de la riqueza no deja de ser un hecho preocupante, un hecho que además pone en tela de juicio las teorías del clérigo Malthus. Porque sobre la mesa se puede presentar un contrargumento que dice muy poco acerca de la condición humana:el principal problema no es ni la falta de recursos ni la escasez de alimentos. El problema es un orden económico falaz y egoísta que privilegia el ego de unos poco frente a la miseria de la mayoría. Somos victimas de un orden socio-económico, que no deja de ser una creación cultural arbitraria, que privilegia a unos pocos a costa del resto. Y para ello se dota de subsistemas políticos, militares y religiosos que justifiquen, o traten de legitimar, sus carencias.


alfonsovazquez.com
ciberantropólogo


31 dic 2013

Fin de año ¿cambio de tercio?

Termina 2013, y llega un el consabido cambio de año. Muac muac, feliz año nuevo y todas esas fórmulas que repetimos sin más planteamientos cada navidad. En el ámbito de la numerología, ha sido el primer año en tener sus cuatro dígitos diferentes desde 1987 y el 11 de diciembre pudimos datar nuestros escritos como 11-12-13, fecha secuencial que no volverá a repetirse hasta dentro de un siglo. Dejando a un lado las curiosidades, la cosas han cambiado poco y no podemos decir que haya sido un año de cambios decisivos. 

2013 ha vuelto a hacer buena la teoría de poder de Faucault y nos ha venido a mostrar como las relaciones de poder son imprescindibles para entender un sistema cultural. En los países mediterráneos, entiéndase a priori España e Italia, podemos ver como, incomprensiblemente, el poder sigue siendo ejercido por los menos capacitados, a pesar de ser elegidos una y otra vez por una mayoría insatisfecha que se queja de su realidad mientras que no busca opciones de cambio. Este ejercicio del poder se ha asentado sobre dos pilares básicos. Por una parte las fuerzas de represión del estado -policías y ejército- y por otra la clásica fuente de violencia simbólica, la contradictoria iglesia católica. 

Las disposiciones legislativas de última hora han ampliado la extensión de las fuerzas de represión. Ahora además de las policías varias y guardia civil, los guardas de seguridad, trabajadores por cuenta ajena de empresas privadas, podrán ejercer como autoridad, con el peligro que ello supone. Sin duda una medida coercitiva orientada a reprimir, en caso de necesidad, al indignado ciudadano tras los recortes de derechos y de la libertad de expresión. Y por si fuera poco, esta acción directa se ve compensada por la aprobación de la curia vaticana, que se siente en su salsa en el único país europeo, junto a Italia, donde los obispos juegan a ser políticos pero se sienten "agredidos" cuando se les lleva la contraria en cuestiones divinas. En estos días sus ataques contra situaciones que una sociedad supuestamente moderna como la nuestra debería tener de sobra superados, han sido más virulentos si cabe. Así no han dudado en arremeter contra el aborto, la homosexualidad o la emancipación de la mujer. El  obispo de Granada se atrevió a publicar el polémico texto cásate y sé sumisa, y el de Castellón no dudó en afirmar que la homosexualidad es una enfermedad y que si el matrimonio no es religioso, no puede ser amoroso.  Las parejas de hecho, el matrimonio civil o el acceso de la mujer al mundo del trabajo no son normal para esta institución que ve normal que una paloma baje del cielo y deje embarazada a una virgen. Pero en España estos anacronismos tienen amplia cobertura,  y  los obispos montan cada diciembre sus fiestas en la plaza de Colón, acto impensable en ningún otro lugar de Europa (Bueno, la otra excepción la hemos nombrado anteriormente). Con la iglesia hemos topado,  y para ello la curia ha apoyado al gobierno de la nación desde los años treinta  del pasado siglo en adelante... Hasta tal punto es un galimatías está institución que su jefe supremo en la tierra tuvo que presentar la dimisión, dando la oportunidad a un argentino del alcanzar el papado

A parte de estos dos elementos de control, contamos con otros más sutiles: telecirco sigue ofreciendo su carnaza, el libro de Belén Esteban no para de cosechar éxitos y este años casi hemos sido campeones de Europa. Buenos argumentos para olvidar los recortes sociales y los de derechos adquiridos tras años de lucha. Mientras, el rey campechano y su troupe siguen disfrutando de lo lindo, a la vez que canal plus Francia dedica un documental. Pero no solo la casa real roba todo lo que puede, ya que han  seguido cayendo políticos corruptos a diestra y siniestra. Pero tampoco es algo que deba preocuparles, ya que pocas sentencias judiciales les hacen terminar entre rejas.

Al otro lado del Atlántico, los EE.UU se siguieron escandalizando cuando alguna teta o algún porro se colaba en televisión, pero no se dieron por aludidos por la trama de escuchas pertrechada por la NSA. Y fuera del mundo occidental, las preocupaciones son otras: miles de personas perdieron la vida intentando entrar en Europa atravesando el Atlántico. Muchas más corrieron igual desgracia en los múltiples conflictos armados repartidos por África, Ásia o América y otro millar más fue aplastado en un taller de costura en Bangladesh donde trabajaban hacinados para que el próspero occidente llene sus armarios de ropa cada nueva temporada en un ataque de rancia opulencia.

Otro año pasa, pero los problemas no se solucionan y el hambre, la guerra y la penuria atacan al 80% de la humanidad. Pero no se preocupen, en breves momentos tomaremos las uvas  y aquí no pasa nada, patada al 2013 y que el 2014 nos traiga cosas buenas. Es condición humana.

Amigos en la red (Últimas actualizaciones)

Archivo del blog