Hace unos años un CD de música raramente bajaba de los 12-15 €uros. Ahora el mercado vende a precios irrisorios comparados con las épocas de bonaza. De tal manera, hoy es posible conseguir títulos clásicos e imperecederos al 25% de sus precios originarios.
Sin embargo algo está fallando: en su usura desmedida, el mercado obligó al usuario a recurrir a otros canales alternativos. El mp3 entró con timidez, como espacio reservado a unos pocos geeks. Sin embargo, hoy es raro encontrar a una persona que no conozca la potencia de esos tres caracteres.
La huida, económica en la mayoría de los casos, hizo las veces de recurso pedagógico, motivando el uso de medios informáticos que mejoraría la experiencia digital. Con el tiempo, la tecnología ofrece recursos portátiles para que no sea necesario el ordenador a la hora de reproducir ficheros. Los usuarios huidos extendían cada vez más las maravillas de estos nuevos gadgets, como profetas del cambio que estaba por llegar.
Los Ipods de 160 gb permiten almacenar casi 2.000 CD’s en un dispositivo que viene a ser la mitad del volumen que ocupa un CD convencional. Y además permite disponer en todo momento y en cualquier lugar de la discoteca almacenada.Quien ha migrado del CdAudio al Mp3 ha recorrido un camino por el que no piensa volver. Los más jóvenes han crecido sin el CD como soporte físico, lo que genera una total desafección para con él, con lo cual no sufrirán la melancolía que podrían alegar los más melómanos. Sin duda estamos en un punto sin retorno.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo
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