Para unos es una válvula de escape; para otros, un foco de angustia. La
televisión se ha convertido en la principal conexión con el mundo
exterior para una gran parte de la población y una herramienta para
combatir el aislamiento. Desde el inicio del confinamiento la audiencia se ha disparado
hasta rebasar los 320 minutos por persona y día, una marca superior a
la que se alcanzó con los atentados del 11-M. Buena parte del consumo se
lo apuntan los programas sobre la Covid-19, y especialmente los telediarios.
https://elpais.com/television/2020-04-09/desengancharse-de-las-noticias.html
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