Hace 10 años, por estas fechas, el panorama informático andaba revolucionado. ADSL, comunidades virtuales, correo electrónico... eran palabras que aún no estaban en el léxico cotidiano. No había un parque de ordenadores tan extenso como el de hoy día, y era más extraño encontrar ordenadores en los hogares. Sin embargo, como una apocalíptica profecía, los medios de comunicación (siempre sensacionalistas y siempre buscando difamar la realidad en beneficio propio) extendieron como la pólvora el rumor del efecto 2.000. Para estos apocalípticos mensajeros, el mundo tal como lo conocíamos estaba a punto de desaparecer. Paco Rabane, sin miedo a hacer el ridículo (miedo no tuvo, el ridículo sí que lo hizo) afirmó que la estación espacial europea caería sobre París provocando su destrucción. El uno de enero llegó, muchos informáticos tomaron las uva delante de la pantalla. Pero no pasó nada. Internet ha crecido exponencialmente, generando una burbuja de ocio e información, alimentada por intereses económicos ¿Qué pasará cuando reviente? Seguro que su explosión nos coge de imprevisto.Saludos desde Roma (Este post fue escrito el último día de clase y programado para salir dos minutos antes de las campanadas)
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2 comentarios:
grandes empresas con gestores (de primer nivel debería entenderse) mantuvieron a sus trabajadores en vela esa noche, reforzaron sus plantillas, a los más pringaos' incluso les toco estar preparados para el desastre por lo que pudiera pasar.
en cualquier caso ese efecto, también llamado EFECTO ESTUPIDEZ, permanece entre nosotros y mucho me temo que aún pasando nada, pasó mucho.
los bytes siguen confabulando contra muchos o... al menos eso creen ellos.
¡jajaja...! Que recuerdos... algunos siguen igual, viendo desastres en la red (y fuera de ella).
Saludos, y feliz 2010.
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