Trip Advisor es una web que condiciona las decisiones de muchos consumidores de servicios turísticos. De hecho, el gran valor de esta empresa, de modelo digital puro, se basa en el capital humano altruista de colaboradores repartidos por el mundo entero, que a su vez aprovechan a las aportaciones de otros comuneros desconocidos. De hecho, no es necesario ser usuario registrado para acceder a esta fuente de saber popular, pues su contenidos son de acceso abierto. Pero no es la única página basada en la opinión de los usuarios. Incluso las páginas que venden productos no propios, como Amazon, permiten que los compradores hablen de su experiencia de compra de un bien para que el resto de compradores tenga un punto de referencia para apoyar su decisión.
Aparentemente, un espacio puro de inteligencia colectiva. ¿Siempre es así? Aunque no ponemos en duda la buena fe de la mayoría de los usuarios que dedica parte de su tiempo a compartir su experiencia con los demás, en la red abundan topos y trolls que opinan mal de la competencia y alaban lo propio. En un restaurante u hotel con mil opiniones, es difícil forzar una opinión. Pero en un local medio, con treinta o cuarenta críticas, es fácil que desde la propia dirección se generen usuarios fantasma que aporten críticas laudatorias. De igual modo, los portales de ventas tipo Amazon están deseosos de críticas positivas que fomenten una venta. Podrá ser indiferente que el cliente compre la batidora A o B, pero sí es importante que el cliente compre.
Como siempre, serenidad y sentido común. No podemos creer todo lo que leemos en internet, es necesario contrastar fuentes y recurrir a espacios fiables.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo
2 comentarios:
De visita en tu blog.Te invitó a leerme.Mi saludo con infinito respeto.
De visita en tu blog.Te invitó a leerme.Mi saludo con infinito respeto.
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