Se acaba de celebrar en Cáceres un juicio contra una tienda de informática que, en febrero de 2005, cedió a los deseos de un “comprador misterioso” y le vendió una cpu en la que instaló copias no originales de Windows Xp y Office 2000. El comprador, un detective contratado por Microsoft, pidió que le enviasen el equipo a una dirección que resultó ser el despacho de un notario que debía dar fe de lo que venía en la caja.
Y así lo hicieron, pero lo que el notario pudo ver a continuación es como personal de Microsoft abrió la caja, conectó monitor, ratón y teclado y al iniciar el equipo, efectivamente estaba instalado el sistema operativo y la suite ofimática.
El juez considera que durante esta manipulación pudo haber sido instalado el software en cuestión (sin mala fe, eso sí). Ante la indecisión de la sentencia, se recurre a la tautología dialéctica: «no se puede afirmar, ni mucho menos que esto haya ocurrido, pero tampoco puede afirmarse lo contrario».
Ante esta resolución, cuando menos cómica (instalar un s.o. y el office no es cuestión de un par de minutos) cabe preguntarse ¿por qué no se cuenta en los juzgados con especialistas en informática que puedan dar un poco de solidez y seriedad a este tipo de sentencias? La tecnología nos rodea y no podemos escapar a su influencia. En cualquier profesión es necesaria una mínima alfabetización digital para no quedar fuera de juego, pero si un juez debe jugar un delito tecnológico, debe dominar aquello de lo que habla. De lo contrario, los representantes del poder judicial se arriesgan a hacer declaraciones poco menos que ridículas.
Fuente: Diario Hoyalfonsovazquez.com
ciberantropólogo
4 comentarios:
No digo yo que tengan que estudiar informática, pero al menos que se asesoren adecuadamente.
Tampoco les vendría mal un manual de protocolos a la hora de jugar o juzgar delitos informáticos. Y sería deseable que dicho protocolo se actualice todos los días, que lo que hoy pinta oros, mañana sale pinchos.
un saludo.
hoy por hoy
si tengo que elegir entre un juez especialista en informática pero sin sentido común
o un juez con sentido común pero no especialista en informática :)
me quedo con el segundo
saludos
Me gustó esa frase
UN MÍNIMO DE ALFABETIZACIÓN DIGITAL
Claro Equilicua, son jueces, no informáticos, pero sí que deben dominar los casos que estén intentando dilucidar.
Bramida, claro, ante todo un poco de sentido común, pero que domine un poco lo que está juzgando: ¿cómo se va a instalar un s.o. y un office durante el tiempo que se están conectando los dispositivos a la c.p.u.?
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