26 dic 2011

Información y conocimiento.


Sondeamos un mar de información que nos aplasta. Conscientes de ello o no, nos abruma el exceso de recursos y reclamos. Dentro y fuera de Internet la sociedad de la información mantiene un pulso constante con la sociedad del conocimiento. Estamos rodeados entre otros, muy especialmente, de publicidad y de modas más o menos pasajeras que en la red ganan mucha fuerza. Ejemplos de ello serían, de un lado la navidad, un buen paradigma para ver que la sociedad de la información le gana el pulso a la sociedad del conocimiento, incluso en el panorama político y social que divisamos, lo que toca, toca, y ahora toca navidad, ya lo advertíamos en el artículo anterior. De otro lado y en la misma línea un ejemplo válido serían las empresas y particulares que aparecen vendiendo paquetes de contactos de seguidores en las redes sociales, los propósitos son de diversa índole y cualquiera pude hacerse con uno de estos paquetes aumentando su número de seguidores en twitter, facebook y otros por algunos dólares.

En todo coloquial, información es aquello que nos llega, conocimiento lo que aprovechamos. Si bien es cierto que de forma individual, en cada persona, se establecen filtros automáticos a la información que recibimos, cada vez resulta más complejo que estos filtros sean realmente eficaces. Estamos sometidos a un continuo bombardeo de información que no solicitamos ni precisamos, información que en última instancia puede determinar nuestro comportamiento y acciones.

En mi opinión, el potencial para el desarrollo de la sociedad del conocimiento que Internet nos brinda no lo estamos aprovechando como sociedad global, huyo ahora de identificar el concepto sociedad global con el término globalización, de hecho, es precisamente la globalización aquello que está impidiendo que la sociedad del conocimiento tome un verdadero protagonismo.

El propósito de este artículo no es otro que poner de manifiesto, como ya se ha dicho, que la sociedad de la información y la sociedad del conocimiento no responden a un mismo concepto y que los efectos de la globalización con la manifestación de las TICs e Internet no deberían parecer tan lógicos.

Estamos ante una oportunidad única, Internet es el lugar de los ciudadanos, no es el lugar de las empresas ni tampoco del poder político. Internet es una herramienta que tanto las empresas como los gobiernos, así como el mismo mercado están sabiendo utilizar con gran acierto, mientras tanto ¿qué estamos haciendo los ciudadanos?, ¿no es ridículo comprar un puñado de contactos en una red social?.

Como en economía (bien constatado ha quedado en los últimos años), Internet deja de ser algo razonable cuando se fuerza la marcha natural de los acontecimientos. De un lado hay personas, empresas y proyectos tóxicos se mire donde se mire, de otro lado hay reductos en Internet de información y conocimiento alejados de lo tóxico, de la moda, esperando ser aprovechados.

Por ridículo que pueda parecer, el conocimiento sigue autopistas diferentes a las de la información, y además, autopistas sin peaje.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Alberto,me parece que en este mundo miserable faltan muchisimas personas como tú para que podamos ver un atisbo de esperanza para ésta podrida sociedad.
No hay mejor manera y más clara de explicar lo que pasa en este planeta como lo has hecho tú.
Ahora sólo hace falta que la gente lo comprenda...por donde empezamos?

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