Cada vez existe una brecha más importante entre los países de Europa central y del norte respecto de sus vecinos mediterráneos. Una brecha no
solo económica sino también cultural. Los países del sur de Europa, los
que los británicos llaman despectivamente pigs, viven una realidad muy
diferente a la que se vive en aquellos países al norte de los Pirineos o de
los Alpes. Ellos son la Europa rica y nosotros la Europa
pobre. Pero no solo es cuestión de dinero. Hay una serie de factores
culturales que nos diferencian de nuestros vecinos.
Está claro que en muchas
ocasiones los Pirineos son una barrera mucho más difícil de atravesar
que el Estrecho de Gibraltar. Cuando en España el libro de Belén Esteban o
el disco de Kiko Rivera son éxitos de venta o cuando Telecinco se convierte en la cadena más
vista, es una señal clara de esa brecha. Nos encontramos con una serie de indicadores que nos marcan el progreso de una
decadencia cultural sin marcha atrás. Son los mismos indicadores que explican que aceptemos con resignación unos gobernantes y una administración corrupta.
En nuestro país no hay ninguna
universidad entre las doscientas más importantes del mundo, pero eso no
es problema porque tenemos algunos clubes de fútbol que sí están en
cabeza. Los mismos clubes que defraudan a Hacienda sin recibir ningún
tipo de castigo por parte del gobierno, toda vez que este perdón es
aplaudido por un pueblo que tiene unos impuestos excesivamente altos
para los ingresos que percibe como salario laboral y los servicios que disfruta. Sin embargo, triunfa lo choni, lo barriobajero. Nos asustamos por los malos resultados del informe PISA, pero ignoramos el desprecio popular por el sistema edcuativo y por la cultura. Todo parece estar
pertrechado para que la situación no solo no cambie, sino para que cada vez seamos
más bobos.
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo
2 comentarios:
De esto no tienen culpa los gobiernos sino solo los ciudadanos. Podríamos pedir un gobierno intervencionista, pero no suele ser recomendable, luego se sacan cosas como la ley del aborto. Que los ciudadanos sean tontos no es solo una desgracia sino además una preocupacion , porque el tonto a veces hace mas daño que el ladrón. Pero nada, en esta su cultura de la paz, mi mas profundo respecto por los bobos aun no respetando ellos la dignidad de sus conciudadanos. Esta de moda ser tonto y el que no lo es es un rojo antisistemas, sera que en la derecha hay mas bobos? Son todos los bobos de derechas? O todos los de derecha son bobos?
Ser bobo es más sencillo que ser implicado. Y esta mejor vsito ser bobo e integrado que como bien dices, listo y reaccionario.
Es lo que no espera, porque es lo que siempre ha sido. Ne deja de ser la tónica de la continuidad.
Publicar un comentario