Según
una encuesta de la Vanguardia en noviembre de 2011, Durán i Lleida era el
quinto político mejor valorado, por detrás de Rosa Díez, Uxue Barkos, Mariano
Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. Sin embargo, en estos primeros días de 2013,
esta valoración ha sufrido un fuerte revés al salir la sentencia judicial del
caso Pallerols, donde se demuestra que CiU desvió de manera ilegal casi medio
millón de euros. Sin embargo, no ha pasado nada, se devuelve el dinero y asunto
resuelto. Al igual que en otras oscuras tramas desarrolladas por representantes
políticos, todo queda nada, en poco más
que buenas palabras. Choca cuando menos este tratamiento favorable de la
justicia para con estos dirigentes mientras que con extremada facilidad se
permite la ejecución de hipotecas y la perdida continua de derechos. Porque lo
de CiU es sólo la gota que colmó el vaso, pero tirando de hemeroteca acumulamos
una obscena cantidad de casos de corrupción entre los “servidores públicos” en
los últimos años.
Concluiremos
este post con una serie de cuestiones fundamentales ¿Cómo es posible que una
resolución judicial llegué más de diez años después de que se consumarán los
hechos? ¿Cómo es posible que tras haberse descubierto una malversación de
fondos todo quede en un palmadita en la espalda? ¿Están condicionadas las
resoluciones judiciales dependiendo de quién sea el acusado? ¿Ha perdido el
poder judicial una oportunidad de oro para demostrar que está contra el delito
y a favor de la igualdad? Y por último, y quizá la más preocupante de todas
¿existe un doble rasero a la hora de aplicar la ley?
alfonsovazquez.com
ciberantropólogo
No hay comentarios:
Publicar un comentario